.......Paul era un canadiense que las hermanas conocieron hace 40 años. Delia iba a cumplir los 20 y Margarita los 18 cuando Paul llegó a la casa del tío de éstas, en Barrios Altos.
Resulta que el tío, de éstas hermanas, auxilió a un gringo que se encontraba mal herido por los golpes que había recibido de unos maleantes que lo atacaron para robarle.
Paul había ido a tomar unas fotos al Cementerio Presbítero Matías Maestro, y al salir fue atacado, en ese momento el tío de Delia que pasaba por ahí lo auxilió, llevándolo a su casa que se encontraba muy cerca.
...."Tres días estuvo en la casa de mi tío casi inconsciente y con mi ayuda y la de mi hermana lo curamos"..., me contaba Delia algo afligida, a lo que luego agregó: ...."Paul había sido golpeado y le habían quitado su mochila con sus documentos, dinero, y lo que mas le dolía era su cámara fotográfica con varios rollos de fotos q había tomado para ilustrar una revista"....
Paul trabajaba para un importante periódico de su país, el cual sacaba también una revista de gran acogida.
Cuando me contaba esto Delia la notaba muy aflijida, recordando los momentos que había pasado ...." Cuando ya pudo levantarse fue con mi tío a poner la denuncia, le explicó a la policía que no pudo ser antes por la golpiza que lo dejó casi inconsciente y que ......si no hubiera sido por el señor Valle (el tío) a lo mejor estaría muerto y ustedes en un gran problema de cancillerías... les dijo Paul a los policías".....
Los policías obligados tomaron la manifestación,y le dijeron a Paul que iban a hacer todo lo posible para dar con sus agresores y recuperar sus pertenencias....."hay hija hasta hoy estamos esperando..... y felizmente mi tío le dio la mano, sino que habría sido del pobre"....
El señor Valle le dijo a Paul que si no tenía donde estar podía quedarse en su casa hasta arreglar sus papeles y regresar a su país. Paul agradeció el ofrecimiento y casi un mes estuvo en la casa del tío de Delia.
.....Margarita y yo nos enamoramos del gringo,...le tomamos bastante cariño POBRECITO, .... me dijo con nostalgia y luego agrego:...pero ella no tanto por que a los dos años de su partida Margarita se enamoró perdidamente del padre de su hijo"...
La puerta del consultorio se abrió nuevamente y entró un muchacho, se le veía algo tímido, al entrar todos oímos que le dijo a la Dra....."es la primera vez que vengo y me ha recomendado....." la puerta se cerró y no oímos nada mas.
Todos los que estábamos esperando nos miramos y pensamos que esa consulta iba a ser rápida.
Otro de los pacientes, el séptimo en espera contestó su celular, a lo que dijo: ...." dile que no se vaya, que me espere, en este momento voy, no demoro"....y salió de prisa diciendo ...."no puedo esperar mas...mucho demora"... y se fue.
Con una sonrisa ...."uno menos"... me dijo Delia.
Luego de varios minutos se abrió nuevamente la puerta del consultorio y entró el octavo paciente, este saludó muy cariñosamente a la Dra., llamándola por su nombre y ella también se alegró de verlo, se escuchaba el murmullo de la conversación.
.... "estos son amigos .... ay van a tener para rato...la Dra. es bien conversadora".... y como que así fue. Luego de unos largos minutos recién pudimos escuchar el taladro dental.
Mientras tanto Delia me seguía contando de su amigo canadiense, que cuando se fue del Perú se siguieron escribiendo, a ella le gustaba mucho, el le escribía a las dos hermanas por separado. Cada semana el cartero dejaba dos cartas, o dos postales, o fotos. Esta correspondencia duró seis meses.
..... "No me puedo olvidar, justo a los seis meses que nos estuvimos escribiendo, el nos dijo que ya no le escribiéramos, que se iba a cambiar de dirección , y que lo hiciéramos hasta cuando el nos mandase su nueva dirección.".... Delia bajó sus ojos y miró sus manos y con pena agregó .... "pero nunca nos llegó".... y sus ojos brillaron como si las lágrimas fueran a brotar.
Pero luego en un tono mas animoso me dijo ...."felizmente se me ocurrió escribir a la vieja dirección y tuve respuesta"....
Delia me contó que durante todos esos años nunca se pudo olvidar de Paul, ella sentía un gran cariño por el, que guardaba todas sus cartas y sus versos y postales y fotos que el gringo le había mandado.
Se fastidiaba de pensar por que no le había escrito antes, siempre estuvo tentada a hacerlo pero se decía a si misma: y si se molesta, o mi carta cae en otras manos, o si me devuelven mi carta y es por gusto el envío, en fin, una y mil cosas se preguntaba y lo mas importante.....y que le voy a decir ??.
Cuando murió su hermana pensó que tenía un buen motivo para escribirle, y así lo hizo, el mismo día que murió Margarita le escribió una carta muy breve.
"Hoy murió Margarita, mi hermana con la que te cuidé hace mucho tiempo.
Quería que lo sepas, por eso te escribo.
No se si recibas esta carta pero quiero cumplir por mi y por Margarita en avisarte."
Delia.
La carta fue así, una nota. No sabía si esta iba a llegar a sus manos pero tenía que hacerlo.
Grande fue su sorpresa que al poco tiempo de haber remitido su carta recibió otra de Paul, donde le daba el pésame y le decía que le gustaría ir a verla, pero que por el momento no podía, que el iba a avisar, y eso fue todo.
Muy apenada Delia pensó que todo eso era pasado y Paul ya no se acordaba de ellas ni nada de nada.
Y que así como ella cumplió con avisar de la muerte de su hermana, el cumplió con dar las condolencias.
La puerta del consultorio se abrió y le tocaba el turno a una señora que nos había manifestado que le iban a hacer un molde para su postizo.
....."Lo del molde demora o no?".... le pregunté a Delia .
....."Creo que no mucho".... me contestó.
Pero yo estaba muy entusiasmada con todo lo que me había contado y ya a estas alturas de la conversa nos tuteábamos. A lo que le pregunté: ......"y ahora como te sientes?"...
..... "Emocionada (me dijo) ....pero ya hablé por teléfono con el.....cuando me dijo que venía casi me desmallo de emoción"....
Delia se hacía una y mil preguntas, pero solo quería estar tranquila y linda para el encuentro.
Como ya me iba a tocar mi turno, la abracé y le desee lo mejor, le dije que todo iba a salir muy bien,y que tuviera calma, que dejara que las palabras fluyan como deberían.
Ella me invitó a la misa del día siguiente.
Se abrió la puerta del consultorio, era mi turno para mi halógena y la Dra. dirigiéndose a Delia le dijo: ....."Ya negrita ahorita te atiendo"
En la consulta la Dra. se refirió a Delia como su amiga de muchos años, ...."es bien buena y alegre y está muy emocionada por que ahora va a ver a su amigo después de muchos años"....
...... "Si, me ha contado ".... le respondí y la Dra. dió una carcajada.
Al salir de la consulta, muy rápido Delia me dijo:..."te espero en la misa amiguita"...
Espero que esta historia les haya gustado, es de la vida real.
Gracias por leerme
Periquita