Que importante han sido en nuestra niñez nuestros juguetes y como hemos gozado jugando con nuestra familia: padres, tíos, tías, abuelas, amigas y amigos de nuestra infancia y juventud.
Cuando veíamos fotos con nuestra madre, ella nos recordaba nuestros primeros juguetes....."Mira ahí esta Dora con su muñeca Margot, y esta es Marina con su osito blanco de peluche,.....y ahí están en el carrito que fue de todas, ......y el triciclo".... Pero si me acuerdo de los juegos de té de loza china, con el que jugábamos todos los días; y el caballito de madera que se balanceaba como una mecedora y en el que pasábamos largo rato meciéndonos; de las ollitas y cocinas; los juguetes de cuerda, como olvidar el payaso que tocaba sus platillos, o el mono que tocaba el tambor.
Me acuerdo que cuando mi abuelita Hortencia nos llevaba al mercado siempre nos compraba ollitas de barro y pitos, o las alcancías de yeso de chanchito, y las canastitas de mimbre a las que le ponía una fruta o algo para que "pareciera que estábamos de compras".
Para una Navidad, mi papá nos hizo unas chancletas de madera. Metíamos tal bulla en la casa que a los pocos días se "desaparecieron". Se imaginan tres niñas subiendo y bajando las escaleras de madera con nuestras chancletas de palo, y hacíamos competencia de " a quien le suena mas".
Una Navidad Papá Noel me trajo unos juguetes de madera, eran un juego de sala, otro de comedor y dormitorio. El que mas me gustó fue el de dormitorio por que ahí hacía dormir a mis muñequitas, era celeste con azul, tenía una cama con colchón y todo, un tocador con espejo de verdad y banqueta, el velador, y la cómoda con cuatro cajones que se abrían. No tengo fotos de estos juguetes pero los guardo en mi memoria.
Una época yo creo que mi papá quería que alguna de sus hijas fuera música o algo relacionado con ello, pues hemos tenido pianitos, marimbas, guitarras, tambores, varias veces.
Luego probó con los deportes a ver si alguna de nosotras destacaba en ello por que nunca nos faltaron las pelotas de voleibol, basquetbol, los juegos de bádminton, y de ping pong que tanto le gustaba a mi papá que que se ponía a jugar con nosotras.
Y cuantas veces hemos jugado con las amigas en la calle a la ronda, la pega, las escondidas, mundo, "Buenos días su señoría", "Pin pin San Agustín", yaces, voleibol, bolas, "El gran monetón", saltar la soga y tantos otros.
Quizás nuestras hijas no han jugado algunos de estos juegos, pero a ellas las he visto jugar uno muy divertido "Liga".
Luego vinieron los juguetes a pilas. Me acuerdo del "Cerebro Electrónico" que era un juego educativo de preguntas y respuestas que si acertabas se prendía una lucesita, muy entretenido.
Mi hermano tuvo algunos modelos de carros, la carcochita, el de los bomberos, el camión volquete, el helicóptero, el avión, en fin juguetes que nos hicieron pasar gratos momentos.
Me acuerdo que Pedro tenía una replica de un camión volquete y una mezcladora de cemento, de color amarillo igual que los "Caterpillar", un lindo juguete.
Y no podía faltar la balanza y la caja registradora para jugar a vender en la tienda.
Ya un poco mas grandes tuvimos los famosos patines "Winchester", que mas de una vez nos puso las rodillas moradas, en eso Dora y Marina eran campeonas haciendo piruetas.
Y las colchonetas y tablas de corcho o de espuma, y los salvavidas para los mas chicos, con los que íbamos a las playas de Naplo o Pucusana, en el bus de Medina, algún domingo muy temprana en la mañana.
Después de los triciclos y carrito a pedales vinieron las bicicletas de primer tamaño.
Recuerdo que mis hermanas aprendieron a manejarlas alquilando en La Ruta sus primeras bicicletas y ya expertas mi papá les compró.
En otra Navidad Gloria también recibió su bicicleta azul y a Pedro le dieron una "Monark" roja y mas tarde Carmen tuvo la suya.
Yo nunca pude aprender a manejar bici pero he subido a todas como pasajera y/o copiloto.
Otro juguete importante fue una muñeca grande que recibió Carmen cuando tenía 3 años "Io cammino da sola" se llamaba la muñeca que media casi un metro de alto y caminaba. Nunca voy a olvidar su cara de asombro y alegría que puso cuando vio su muñeca casi de su tamaño.
Igual de importante y premonitorio fue el "Juego de Electrónica" que recibió Pedro, con el hizo su primer timbre eléctrico, un órgano electrónico, una alarma, un radio y lo mas importante, le sirvió para desarrollar su vocación de Ingeniero Electrónico, profesión en la cual se desempeña.
También hemos tenido juegos de mesa que jugábamos en familia los domingos con nuestra abuela Hortencia, mis tíos Rómulo, Víctor e Isabel, mi mamá y hermanos.
El juego de la "Quina" era infaltable. Se jugaba a Real (diez céntimos) el cartón y a Peseta (veinte céntimos) el apagón, y algunas veces era a cincuenta céntimos.
Jugar a la Quina con la abuelita y los tíos era super entretenido, por que ellos le ponían la nota cómica. Al 8 le decían "la gorda", al 22 "los dos patitos", al 15 "mi edad", al 80 "la edad de mi mamá", al 10 "el jalado" , al 20 "el aplicado" y así por el estilo. Lo mas chistoso era cuando nos tocaba cantar los números a alguno de nosotros los chicos, se oía ....."pa hoy" y un mate de risa cuando no conocíamos el número y teníamos que preguntar.
También nuestros tíos nos enseñaron juegos de cartas como Casino, Talla monte, 7 y 1/2.
Como la idea era que todos, grandes y hasta el mas chico participen, jugábamos a "La Vaca", un divertido juego en el cual cada participante era una parte de la vaca: ojo, pata, rabo, oreja, pezuña etc.
A su turno cada participante tenía que decir una frase con la parte de la vaca que le correspondía, y podía ser : "Me pica el ojo" el que seguía decía me pica la pata, el otro: me pica el rabo y así sucesivamente. Nuestros tíos eran muy ingeniosos para decir las frases como : me apesta el..., o se me ha parado una mosca en...., y así . Pero no nos podíamos reír por que sino nos tocaba un castigo.
Este juego de La Vaca se ha ido transmitiendo a nuestras generaciones posteriores, lo han jugado nuestros sobrinos, hijos y ahora lo juegan los nietos de mis hermanas.
También hemos "Volado Cometa". Recuerdo, una vez mi tío Víctor se sacó en una dupleta una cometa gigante; medía como 1.60 met. de alto y mas de un metro de ancho, era un hexágono de colores brillantes.
Feliz vino a nuestra casa con su premio. Mi mamá sacó unas corbatas viejas de mi papá para hacerle la cola, y en mancha fuimos a comprar la madeja de pabilo.
Subimos al cerro que hay a la espalda de la casa, y la cometa tomó vuelo.
Nos turnábamos para volarla, me acuerdo que a mi turno sentí con mucha emoción como me "jalaba" la cometa y nuestro tío al pie de nosotros cuidándonos y cuidando la cometa.
Estuvimos varias horas volando la cometa y para mala suerte se rompió el pabilo y perdimos la cometa. Me acuerdo que con desesperación, con mi tío a la cabeza, corrimos tratando de alcanzarla, y no se pudo. La pena de perderla fue tan grande como la alegría que tuvimos al volarla.
Este juego en familia también se repite hoy y algunas veces jugamos al Bingo, las cartas, Scrabble, Dominó, Rapigrama, Maxi Yatzy, Monopolio, Pictionary, la Quina, Damas, todo para pasar un buen rato en familia con nuestros hijos, sobrinos o nietos, recordando "aquellos tiempos".
Cuando he salido de viaje también he jugado con amigos y pariente. En Argentina aprendí el juego de La Pachorra que se juega con la baraja española.
Cuando estuve en Brasil he jugado con mi hermano y su familia el Crapó y el Buroco, juegos de carta muy entretenidos y mantienen la mente alerta.
Con Claudia y Rune, en Noruega, hemos jugado: El Rey en la Esquina, Gris (Chancho), El Tonto, Escaleras y Pares. Los noruegos saben un montón de juegos, será que así pasan el invierno??.
Bueno de juguetes y juegos hay mucho por recordar.
Espero que les haya gustado esta historia y hayan podido recordar momentos de su infancia.
Gracias y hasta otro día.
Periquita.