Estaba cruzando la pista para ir al mercado, como todos los lunes, y me encontré con un amigo de la infancia al cual no veía años. Pensé que el no se acordaba de mi y casi me voy de largo, cuando llamándome por mi nombre me dijo .....".....amiguita cuantos años que no nos vemos"... y acto seguido me preguntó por mis hermanas, acordándose de cada una de ellas y llamándolas por sus nombres; mientras que yo iba respondiendo a sus preguntas y a la vez haciendo un esfuerzo para recordar su verdadero nombre, sólo me venía a la memoria su apodo "David Odría", así le decíamos por que se parecía mucho a un locutor de radio y animador de TV de tiempos "A", cuando la TV era en blanco y negro.
En media calle estuvimos conversando un buen rato, y el me seguía preguntando......"y que sabes de Silvio, años que no lo veo,.....casi desde que se mudó del barrio".....
Silvio era un amigo de nuestra infancia, el nació acá, su madre vino de Génova embarazada con su hijo Pepe, su sobrino Nini y con su esposo que falleció al poco tiempo, ellos tenían una familia amiga que los ayudó a su llegada, Don Juanito De Voto, a quien también llegamos a conocer y hacernos amiga de su hija Lucha.
En Génova la familia se dedicaba a cultivar uvas que vendían a los fabricantes de vinos, pero con la guerra Italia quedó muy pobre y muchos de sus pobladores emigraron a América.
A su llegada a Lima, la familia de Silvio se instaló en nuestro barrio y pusieron una panadería, donde hacían el mejor "Pan Francés", dicho por mucha gente que venía de otros barrios a comprarlo.
La señora Gina, mamá de Silvio, era una mujer de carácter, muy trabajadora, y respetadas por todos.
La panadería quedaba a dos puertas de nuestra casa, doblando la esquina y en los altos vivía Silvio y su familia.
Pepe, el hermano de Silvio, murió muy joven, ahora que lo recuerdo pienso que era un "niño mariposa", tenía la piel sumamente delgada, sus manos eran bien pequeñas, era delgado y de poca estatura; su mamá lo metía en un cilindro para que no se fuera a la calle y así lo protegía de cualquier accidente. Recuerdo que yo y mis hermanas lo aguaitábamos por el cilindro, y el nos conversaba , nos hacía reír, era muy ocurrente.
Nini, primo de Silvio despachaba el pan con su tía, las chicas lo miraban y le decían "cosas" y el se ponía siempre rojo; a una de mis primas, Linda, le gustaba mucho y se ofrecía, siempre que iba a la casa, a comprar el pan solo para verlo.
A Silvio le gustaban mis hermanas mayores; primero quiso conquistar a Dora, pero como esta no le dio bola, entonces trató de conquistar a Marina y tampoco tuvo buen resultado.
La mamá de Silvio quería que alguna de mis hermanas fuera su nuera, igualmente a mi mamá le gustaba ese muchacho como yerno, pero no les ligó.
Después de pensar en el nombre de "David Odria", me acordé que se llamaba Carlos, era el mayor de tres hermanos, sus padres eran chinos y tenían una tienda a mitad de la cuadra donde vivíamos.
Recordé su tienda, vendían de todo, de día se podía ir a comprar cómodamente, pero de noche se llenaba de viejos borrachines y soldados que iban a tomarse " un trago".
A dos cuadras de nuestra casa quedaba un cuartel del ejército y muchos de los soldados frecuentaban la tienda de Carlos, especialmente los sábados que era el día de "franco".
Me acuerdo del olor peculiar de esa tienda, olía a vainilla por las golosinas que vendían con una mezcla de ron y/o alcohol de los tragos.
Al fondo de la tienda había una mesita redonda con dos sillas y una banca larga para atender a los viejitos que iban a tomarse su "Pomalca", pero los sábados los parroquianos llenaban la tienda.
Hace varios años ya no está la panadería y otros tantos que también desapareció la "tienda de los chinos", pero los recuerdos quedan, como los paseos a la playa La Herradura en las noches de verano, los pic nic a Chosica, las fiestas con los amigos de La Salle, los lonchecitos en el "Tip Top" o en el "Tambo" (que ya no existe), y todo esto con nuestro amigo Silvio......uf! hay mucho que recordar de esos días felices.......pero acá tienen un poco.
Gracias, buenas noches y hasta otro día.
Periquita.
