Estaba pensando por que algunos miembros de mi familia, especialmente la mujeres, han pasado por una etapa de depresión, unas mas temprano que otras, y estoy segura que esto viene en nuestros genes.
Mi abuelita paterna, María, ella era una mujer de carácter, su marido, mi abuelo Julio era un hombre Mujeriego; esto no lo permitió ....ni un centímetro... y prefirió estar sola y sacar a su familia adelante antes que vivir con un hombre que tenía doble vida.
Trabajó desde muy joven, era una mujer de carácter y mucha dignidad, no le recibió nunca un centavo a su marido, padre de sus hijos, a quien "odió" hasta el día que ella murió.
La fatalidad la siguió y tuvo un accidente de tránsito, perdió una de sus piernas, y esto la postró animicamente hasta el final de sus días.
Mi abuelita Hortencia también nos legó en su carga genética su depresión.
Muy niña perdió a su madre, quien murió de parto, fue criada por sus tíos. Cuando tenía 10 u 12 años hubo una revolución en su país, la gente muerta de pánico se dispersó, y fue en esa trifulca que perdió a sus hermanos.
Quizás la soledad, la falta de protección, el no tener a su familia, o que otras otros motivos pudieron influir para que se comprometiera, estando ella muy joven, con un hombre que era extranjero, mucho mayor que ella, con dos hijos y tener que venirse a un país diferente al suyo, en donde no conocía a nadie, no había familia, todo era incierto en ese momento para ella.
Todo esto le debe de haber causado penas, nostalgias, dolor, angustias, etc., todo aquello que lleva a la depresión a una persona.
Un día conversando con mi hermano me dijo..."si miras las fotos de mi mamá, siempre se le ve seria, triste....estoy seguro que padece de depresión....debería ir a un sicólogo".
En esos tiempos no era común ir a un sicólogo, y quien le iba a decir eso a nuestra madre.
Pensando, su depresión podía venir de muchos años antes. Cuando sus tres primeras hijas estaban bien chiquitas, y su familia se vio aumentada con su suegra, la mamá de su suegra y la nieta de su suegra. Personas buenas y tranquilas pero que de todas maneras le cambiaron el esquema de la vida de Su hogar; se rompió la independencia, la intimidad, su tranquilidad, entre otras, y esto debe de haber sido muy difícil de aceptar de "buenas a primeras", solo lo hacía por el gran amor que le tenía a mi padre.
Además se le aumentaba la carga de trabajo, a pesar de que en esos tiempos habían en casa dos empleadas Marcelina y Nicolása; la dueña de casa, la anfitriona era mi mamá.
A esto se le suma todos los hijos que tuvo (8), seis vivos, casi seguidos, que no le permitieron tener un tiempo para ella, siempre estuvo "sirviendo a todos", acompañado de las dificultades de la crianza y ella sola por que mi papá estaba trabajando.
Luego la muerte de mi padre, precedida por cinco años de su larga enfermedad. Todo ese sufrimiento aumentó la depresión de nuestra madre, y se transmitió directa o indirectamente en sus hijos y nietos.
Pero las mujeres de mi familia son fuertes, luchadoras, emprendedoras, de mucho coraje; y esto es lo que nos ha servido para superar, salir adelante, salir del hoyo, no dejarnos doblegar, por que la base de nuestra familia está hecha en el amor, la unión, los valores que nos enseñaron nuestros padres y abuelas, y por que creemos y..... "Al que cree todo le es posible" (Mr. 9:23)
Gracias por leerme, hasta otro día y procuren estar alegres siempre.
Periquita