Esta es una foto muy antigua de la bisabuela Zoila. Está en su casa del centro de Lima, ella vivió en el Jr. Ilo, esquina con Wilson, en una casa llena de cuentos y anécdotas, donde cada noche se reunía la familia a hacer tertulia y a contar esos cuentos, que también nos lo contaría mi abuela María, de penas, del Jinete sin Cabeza, de la Procesión de las Calaveras, de los duendes y cuanto hay de esos temas.
Antes de entrar a narrarles sobre mi bisabuela, quiero manifestarles que siempre he querido hacer el árbol genealógico de nuestra familia para determinar el linaje de los Donoso - García, pero me es difícil determinar la ascendencia de todos los miembros, pues lamentablemente no cuento con datos completos, y como ya les dije son un montón.
Por ello voy a narrar lo mas resaltante y lo que se de algunos miembros de mi familia, apelando a la memoria de hechos que me contaron mis abuelas, ya que lamentablemente no conocí a ninguno de mis abuelos, solo tengo referencias que espero sirvan para que cualquier otro miembro de la familia se aventure a hacer el árbol.
Espero que esta narración le sirva a mi hija Claudia para que pueda escribir no solo un cuento, sino una gran novela, pues creo que cada personaje es un ser pintoresco, con mucho material para explorar y explotar y en una mente tan imaginativa como la de mi Clo se puede lograr mucho.
Zoila Diéguez era hija de Pedro Diéguez (Gobernador de Magdalena), no se el nombre de su mamá, nació en el año 1847, pues en el año 1951 el Diario Ultima Hora le hizo un reportaje por sus 105 años de vida, publicando una gran foto en primera plana, en esa foto aparecían mi papá, mi tía Angélica, mi primo Lolo, y mis hermanas Dora y Marina.
Mi papá contaba que su abuelita era una mujer muy alegre y sociable, le gustaba conversar y cuando se iba al mercado, el tenía que ir a buscarla por que se demoraba mucho conversando con las vendedoras, las vecinas y amigas que encontraba......."abuelita por que te demoras tanto, la leña de la cocina se esta consumiendo"...... le decía su querido nieto Pedrito.
También a mi bisabuela le gustaba tomar su copita de licor. Yo me acuerdo que una vez mi papá le enseñó una bombilla de luz para el Corazón de Jesús, y ella pensó que era una copita de algo y dijo....."salud!!" ....., a mi me dio mucha risa y mi papá y mi abuelita María le explicaban lo que era.
Mi bisabuela era alta de tez morena, con el pelo canoso plateado y ondas, o rulos sueltos, y como diría Ricardo Palma,....."no tenemos de inga, pero si de mandinga"......:)
Mi bisabuela se casó con un señor Pedro García-Urrutia, con el tuvo 4 hijas y 1 hijo.
Sus hijas fueron, Filomena, Isolina, María y Josefina. Su único hijo barón se llamó Pedro a lo mejor.
Mi abuelita María contaba que su hermana Josefina murió joven, de un fuerte dolor de cabeza que le dio por bañarse estando con el período. Me acuerdo que a nosotras nos decía....."no se bañen ni laven la cabeza estando con el período, por que la sangre se les va a subir a la cabeza y se pueden morir como le pasó a mi hermana Josefina"...
El último hijo de mi bisabuela Zoila y el único barón, también murió siendo un joven adolescente, le dieron unas fiebres muy alta, y en ese tiempo no habían los antibióticos para combatirla, se presume que le dió tifoidea. Dicen que cuando su hijo estaba grabe grita...."Dios que se muera alguna de mis hijas y no mi único hijo barón"....
A raíz de la muerte de su hijo siempre vistió de negro, guardando el luto por su queridísimo hijo.
Mi bisabuela murió en 1954, a la edad de 108 años. Me acuerdo claramente del día de su entierro, vino una carroza muy elegante, con una urna de vidrio, tirada no por caballos sino por un carro negro y adornada con plumeros de plumas negras.
Al entierro fue mucha gente, y habían muchas flores, y unos hombres vestidos con levitas negras cargaban el cajón con los restos mortales de la bisabuela y la llevaron por la Av. Alcazar; antes vivíamos ahí, en la cuadra 9. La gente estaba vestida de negro, lloraban y olía a "Agua Florida".
Y se fue la bisabuela, y quedaron sus recuerdos, sus cuentos e historias que repetía una y otra vez, sus revistas, sus cancioneros, y sus almanaques Bristol.
Descansa en Paz abuelita Zoilita