Puedo decir que Sarita es mi amiga de toda la vida, ella ha estado conmigo en todas las etapas.
Sarita es la cuarta de cinco hermanos, pudieron haber sido seis pero el ultimo de sus hermanitos murió al poco tiempo que ella y su familia vinieron a vivir a La Florida, murió por el tétano, se cayó jugando en el jardín y ahí parece que contrajo la enfermedad, eso causó un gran dolor en su mamá y un resentimiento al nuevo barrio.
Recuerdo bien a Sarita, siempre fue delgada y alta, con sus grandes ojos y un pelo rizado, su mamá la peinaba con rulos, como la Pequeña Lulú.
Nos conocimos desde que fuimos a la escuelita de la señorita Elvira Egúsquiza, que quedaba a tres casas de la mía en la Av. Alcázar, yo iba a esa escuelita con mis dos hermanas mayores, pus no quería quedarme en casa y lloraba por ir con ellas al colegio.
La primaria la estudié en el colegio San Juan de Dios, y ahí me reencontré con mi amiga Sarita.
Fue en segundo de primaria que iba al colegio con mi hermana Marina y antes de llegar al colegio íbamos a recoger a Sarita, siempre la teníamos que esperar por que se demoraba para peinarse.
En el salón de clases nos sentábamos de acuerdo al tamaño, es por eso que yo siempre estaba en las primeras filas y Sarita en las últimas junto Salesi, Ortiz, mi hermana, Farje, Romaña, entre otras, que eran las mas altas.
Ella no solo fue mi amiga del colegio, sino que compartíamos nuestra amistad con mis hermanas y sus hermanas, eran también mis amigas del barrio.
Recuerdo que cuando llegó la televisión al Perú, en nuestro barrio fuimos unos de los primeros en tener TV y mis amigas las Mansillas, como otros amigos y amigos venían a mi casa a ver la tele, especialmente los fines de semana, eran las televidentes asiduas, veíamos, El Sheriff de Cochise, El Zorro, Tarzán, el Marshal Wyatt Earp, Los Patrulleros del Oeste, Papá lo Sabe Todo, Lassie, los clásicos dibujos animados, El Gato Felix, Betty Boo, La Pequeña Lulú, el Viejo Alfalfa que siempre se peleaba con los pericotes que invadían su casa y muchos mas. Mi mamá preparaba Pop corn, o algún keke o galletitas para todos los televidentes que llenábamos la sala. Lindos recuerdos.
En esta foto esta Sonia, coronada como reina de la Primavera y Sarita y Norma como sus damas y nuestro compañero Pajares como su paje.
En esta otra foto Sarita es la primera de la derecha, luego está mi hermana Marina, Carranza, Salesi, Ortiz, Shesti, y de rodillas Molero y Silva, en una actuación del colegio.
Sarita siempre fue muy hábil y estudiosa tanto en la primaria como en la secundaria.
La secundaria la estudiamos en el mismo colegio el Rosa de Santa María.
Recuerdo que ir al colegio era todo una odisea, quedaba en Breña y teníamos que tomar dos buses para llegar, primero tomábamos la 22 hasta la Av. Abancay y luego el Lima-Callao hasta la Av. Venezuela, a dos cuadras del colegio que corríamos para llegar a tiempo, pero yo me sentía segura con Sarita, sabía que ella me protegía de algún faltoso. Felizmente para el segundo año encontramos movilidad y la cosa fue mas fácil, claro que hemos tenido a varios choferes que nos llevaban y recogían del colegio, uno de ellos fue el Capitán Muñoz, que cuando estaba en inamovilidad pagábamos pato por que no venía a recogernos para llevarnos a nuestras casas, pero era un señor muy divertido y todo el camino era un mate de risa, también tuvimos a la señorita Mercedes Paz que nos suplicaba no hacerla reír por que "perdía el control", era novata en el manejo y nosotros le avisábamos cuando voltear o retroceder etc. un mate de risa, pero es que con Sarita no se podía estar seria.
Mi amiga Sarita como buena hija de un escribano y hermana de dos famosos abogados, era muy combativa, nunca se quedaba callada ante alguna injusticia, siempre estaba dispuesta a proteger o a reclamar sus derechos o los de otros. Recuerdo que una vez se enfrentó a una profesora que maltrató verbalmente a una compañera y Sarita como un "pichín" salió en su defensa con todos los argumentos humanos y legales y fue tal la polémica que armó en el salón de clases que hizo llorar a la profesora, a la que no le quedó otra que reconocer su error, pedir disculpas, cambiar su actitud arrogante y tragarse sus amenazas. Así era mi amiga sarita y lo sigue siendo.
Me acuerdo también que cuando estábamos en tercero de media, si mal no recuerdo, murió su mamá de forma repentina, creo que por una negligencia médica, pues la señora fue sometida a una operación. El dolor fue grande para ella y toda su familia, esto motivó a Sarita a ser mas fuerte y luchadora, recuerdo haber llorado mucho de ver a mi amiga sufriendo de dolor y rabia.
Cuando terminamos el colegio entramos a la misma universidad, La Católica, ella estudió para abogado, siendo una y muy buena, y yo economía.
Nunca voy a olvidar que el día que ingresé a la universidad vino Sarita a mi casa a darme la noticia y traía su tijera para cortarme el pelo, felizmente estaba mi mamá que no permitió que me trasquilara jajaja..., así era Sarita, muy impetuosa.
Al terminar la U, Sarita conoció a Jaime, su esposo, un hombre muy bueno gran esposo y mejor padre, con el cual ha compartido su vida hasta ahora, el es de Ecuador y ahí vive Sarita con su familia.
Recuerdo que Sarita se comía las uñas, y estando próxima a casarse su padre le dijo..."déjate de comer las uñas, no te da vergüenza que el día de tu matrimonio te van a poner el aro en esos dedos que parecen mote"... , estas sabias palabras de su padre fueron suficientes para que dejara de comerse las uñas.
En esta foto vemos a Sarita, yo, sus cuñados, su esposo e hijita, es del año 1977 en Cuenca Ecuador.
El destino nos separó físicamente, pero siempre estamos unidas, algunas veces cuando viene a Lima nos hemos encontrado, la última vez que nos vimos fue algo mas de un meses, vino para el sepelio de su hermana menor, Chabuca, fue un encuentro en un momento triste, pero fue un encuentro caluroso, lleno de recuerdos y añoranzas, recordamos a Chabuca, nuestras palomillada, y aquellos momentos que siempre nos unieron.. A pesar de la tristeza y el llanto, también dejamos espacio para los buenos recuerdos y con ellos vino la alegría.
Te quiero mucho Sarita, Dios nos de vida y salud para seguirnos viendo.
Espero que les guste esta historia. Gracias por leer.
Periquita.